Aunque muchos lo saben, vine al mundo en un pueblo de la sierra de Córdoba: Peñarroya-Pueblonuevo. Cuando nací y hasta 1960 llegó a tener 40.000 habitantes, al empezar el declive de la minería, empezaron a desaparecer las industrias que había en el pueblo y otras cambiaron de lugar como la Central Eléctrica, se la llevaron al Embalse de Puente Nuevo, esto implicó que trabajadores se fueran a vivir a Córdoba y a Puente Nuevo. La mayoría de sus habitantes empezaron a marchar y poco a poco ha quedado lo que hoy todos conocéis; un pueblo casi fantasma, me estoy refiriendo al distrito de Peñarroya que es donde yo nací, viví, hasta que me case, a las faldas del Peñón. Se oía decir que había una mano negra que destruía todas las industrias que intentaban poner en esta ciudad.
Como mi madre sigue viviendo allí, voy muy a menudo y la verdad que es una pena, lo que el pueblo ha sido y lo que es. No es un pueblo de grandes monumentos, pero tenia un encanto especial, sus gentes amables, sus industrias.
Había teatros, cines. Nada de esto queda ya. ¡Que pena!
Hace un mes murió
un hijo ilustre de este pueblo, ha estado mucho tiempo viviendo fuera,
pero ya hace bastante tiempo que regreso para dejarnos parte de su
obra, me estoy refiriendo a JERONIMO MOHEDANO SANCHEZ artista autodidacta. Tiene más de treinta obras, en Peñarroya Pueblonuevo, la escultura
del Minero en la Plaza Nuestra Señora Virgen del Rosario del distrito
de Peñarroya, la de dos ancianos situada en la Residencia de Mayores Santa
Bárbara, así como el busto en homenaje a Rodríguez Cerrato ubicado en el
Centro Polivalente de la localidad. Deja un gran legado, ya que su
domicilio es un autentico museo, concretamente el patio; en manos de
su esposa y grandes amigos que saben valorarlo. Te echaremos mucho de menos, eras uno de los primos mas queridos.
Pero no vamos a pensar en lo que se nos fue.
En Peñarroya estamos muy orgullosos con nuestra Ermita:
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Es el edificio más antiguo de la ciudad, bajo los pies del Peñón.
Construida en el siglo XVI, responde a la planta tradicional de los
edificios religiosos de la Sierra Cordobesa. En su interior destaca la
talla en madera de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la
localidad, datada a finales del siglo XV, dando nombre a la ermita
original. Quería hacer un recuerdo a un pueblo que lo ha tenido todo y parece que fue el primero hace ya bastante años en predecir el futuro de lo que hoy esta pasando.
Esperemos que por lo menos nuestros nietos puedan ver una ciudad en todo su apogeo.
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